miércoles, 14 de octubre de 2009

Resumen de “Que es una Red Social? un conjunto de mediaciones diádicas“ de Grossetti (2009)


Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez




GROSSETTI, Michel (2009) “¿Qué es una relación social? Un conjunto de mediaciones diádicas“ en REDES- Revista hispana para el análisis de redes sociales Vol. 6, Num.2, Junio 2009, pp. 44-62

Con el objetivo de establecer el marco teórico para definir las relaciones interpersonales y precisar un lugar dentro del conjunto de formas sociales, el autor critica el reduccionismo relacional en el análisis, cuestiona el análisis de las estructuras sin definir las relaciones, y la definición de red cuyos componentes fundamentales son las relaciones sociales, así como la noción de lazo o de relación, y advierte que al centrarse en las relaciones, los analistas de redes sociales tienden a dejar de lado otros componentes de las estructuras sociales.

Para él, una relación social no es solo una construcción metodológica sino una realidad compleja vivida y percibida por los actores sociales, por lo que recomienda no reducir el mundo social a una red, sino comprender como las relaciones interpersonales se articulan con compromisos dentro de formas colectivas de diferente naturaleza, esto implica salir de una concepción estática del mundo social, donde las cosas existen o no, y pasar a una donde más bien emergen o se disuelven.

Primeramente recomienda preguntarse por el origen de las relaciones sociales, lo que significa comprender las relaciones que construyen las redes, y acuña el término de relaciones diádicas como construcciones analíticas. El autor coincide con White (1999,2008) al considerar las relaciones como un elemento dentro del conjunto que White llama “los contextos“ y que Grossetti llama “formas sociales“ y que considera construcciones teóricas originales que se sustituyen a los colectivos, este último pone énfasis en la dimensión discursiva narrativa de la vida social, historias de vida.

También recurre a la categorización de Ferrand (2007) de los tres tipos de regulaciones: “categorial“ referente a roles y normas, “reticular“ con respecto a la posición en la estructura, y “diádica“ basado en la confianza recíproca, y refiere a Goffman (1977), al hablar de relaciones ancladas por razones exteriores y resultado de disposiciones institucionales. Al igual que Bidart (1997) considera que ciertos marcos, ciertos lugares y ciertos medios son relativamente favorables a la construcción de vínculos interpersonales, mientras que otros lo hacen muy difícil. Dentro de las condiciones favorables para la formación de un colectivo, se destacan la oportunidad y el liderazgo. Más adelante, cita a Mullins (1972) el cual presenta ingredientes que no son necesarios para la existencia de una red, tales como fronteras, un nombre, cultura específica, pertenencia y recursos compartidos.

Sustentado en la noción de “mediación“ dentro de la “teoría del actor-red“, el autor designa a todos los actores sociales, los dispositivos técnicos o los objetos ordinarios que crean un vínculo entre los actores. Él llama “recursos de vinculación“ a los elementos que vinculan a los actores entre ellos sin llegar a ser relaciones sociales. Por su parte un colectivo se define por el acceso de sus miembros a los recursos comunes, algunos de los cuales operan como mediadores entre sus miembros, y afirma que los colectivos son formas sociales específicas caracterizadas por la puesta en común, entre los actores, de ciertos recursos, algunos de los cuales son recursos de mediación que les permite coordinarse sin apoyarse integralmente en las relaciones interpersonales.

El concepto de encastre, se refiere al incremento de las dependencias de una forma social con respecto a otra, mientras que para Grossetti, el desacoplamiento es el proceso recíproco de automatización, el cual implica la creación de recursos de mediación que permitan liberarse de las características de los actores individuales y de sus relaciones, ello implica la pérdida del objeto intermedio en beneficio del vínculo directo. Esta última característica se mide por la capacidad de la relación a sobrevivir a la eventual desaparición de un elemento intermediario o a su salida del colectivo.

De tal suerte, las relaciones se encuentran desde esta perspectiva en un estado de tensión permanente, aunque con estados de estabilización momentánea, y donde se busca encontrar el equilibrio establecido en la dependencia en la relación de los individuos y sus relaciones. El supuesto dice que ante recursos de mediación fuertes, la relación presenta miembros sustituibles, y tomando en cuenta la emergencia de las relaciones interpersonales, tenemos que cuando la relación presenta un vínculo fuerte, el actor es poco sustituible. Los encuentros son facilitados por los colectivos, nos dice, y dichos encuentros son también inducidos por la relación a un mismo recurso, donde el colectivo es visto como un marco, aunque advierte que las relaciones no se quedan necesariamente prisioneras de los contextos en los cuales se crean, ya que como se observó anteriormente, ellas se desacoplan. El proceso de desacoplamiento de las relaciones, comienza cuando la relación supera los roles previstos por la organización, esto es, cuando los protagonistas no son más sustituibles.

Lo anterior conlleva y se apoya en la noción de compromiso o cooperación mínima, esto es, un grado mínimo de compromiso relacional. En esta parte, el conocimiento y el compromiso, fungen como recursos de mediación que tienen por efecto encuadrar las interacciones de manera específica, mientras que producen otro recurso, la confianza. Por lo tanto, la relación social entre dos personas es un conocimiento y un compromiso recíprocos fundados sobre interacciones que dan lugar a formas específicas de confianza entre los componentes. Ello se da en lo que el autor llama un área de eficiencia, es decir, el conjunto de actores para quienes la relación funciona como un recurso, una limitación y un reto. Mientras que las mediaciones diádicas solo conciernen a dos persona, tres o más conforman un colectivo, y lo que distingue el colectivo de la red es la forma de compartir los recursos de mediación, ya que mientras los recursos circulan a lo largo de los canales relacionales dentro de la red, en el colectivo son accesibles según las reglas de acceso. El autor concluye afirmando que una relación interpersonal es un conjunto de recursos de mediaciones diádicas que permite la coordinación entre los actores, la circulación o la transmisión de recursos.

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