martes, 2 de febrero de 2010

Estudios de Impacto Urbano y Vial: Que son y para qué?


por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez*

Los Estudios de Impacto Urbano son instrumentos técnicos para la planeación del desarrollo de las ciudades, que se utilizan para medir y prevenir los impactos que todo proyecto genera en su entorno, para su valoración y autorización, y están contemplados en la Ley de Desarrollo Urbano del Estado de San Luis Potosí desde el año 2000. A continuación se describen sus características primordiales.

Los consultores encargados de la realización de este servicio, deben contar con amplia experiencia comprobable en materia de Desarrollo Urbano, Vialidad y Transporte, ya que implica de procedimientos metodológicos para la elaboración del diagnóstico, así como de las proyecciones que plantean los diversos escenarios hipotéticos durante la construcción y operación del proyecto.

Para comenzar, debe describirse el proyecto en forma clara y concisa en forma cualitativa y cuantitativa, puntualizando sus dimensiones y capacidades para dar una idea clara del mismo. Igualmente, deben describirse los objetivos o propósitos fundamentales del proyecto, esto es, responder a la pregunta: ¿qué se quiere hacer? En este punto se señalará la situación a la que aspira el proyecto. Para describir las características físicas y operacionales del proyecto, se debe contestar la pregunta ¿en qué consiste el proyecto? de la manera más detallada posible, aportando el mayor conocimiento posible sobre el asunto.

También se incluyen los planos de localización a nivel centro de población, sector y sitio, así mismo debe describirse la localización indicando las vías principales de acceso al predio, con especial énfasis en la vialidad de acceso, la que incluye una sección detallada del arroyo, ancho de banquetas, guarniciones y camellones. En este punto deberán describirse las dimensiones y colindancias del predio, además de la determinación de la zona de estudio y de influencia directa del desarrollo.

Se deben analizar los programas sectoriales a nivel federal y estatal relacionados con el proyecto, donde se citen e interpreten políticas de planeación que el desarrollo promueva o en su caso, contravenga. Aquí se consideran programas sectoriales de los tres niveles de planeación correspondientes al giro del proyecto, ya sea Comunicaciones y Transporte, Industria, Vivienda, etc.

Por su parte deben analizarse los instrumentos normativos en materia de planeación que apliquen a la zona como programas de ordenamiento territorial o programas directores de desarrollo urbano, según sea el caso, ubicando los usos de suelo circundantes al sitio, y cuando se requiera de alguna modificación justificarla en forma textual y gráfica, apoyándose en planos de usos de suelo y tablas de compatibilidad.

Las vialidades dentro del sector de influencia del proyecto deben estructurarse en función de su capacidad, velocidad y jerarquía, para lo cual se requiere de un plano temático de vialidades. Además deben describirse las características geométricas por medio de dibujos de las secciones, donde se enlisten e ilustren las condiciones físicas y el tipo de pavimento, al igual que el señalamiento horizontal y vertical.

Basándose en datos oficiales, se diseñan los indicadores de beneficios o impactos negativos en el tema social, además de cuantificar aspectos sociodemográficos pertinentes al área de estudio como son población, grupos poblacionales, tendencias demográficas, población económicamente activa, estructura social, etc. Así como el cálculo en la generación de empleos del proyecto durante su construcción y su operación.

Para la evaluación de los impactos generados, se debe realizar una evaluación metódica de los impactos positivos o beneficios, así como los negativos generados en materia urbana y desde el punto de vista específico visual, ambiental, de riesgo, vial, social, económico, por lo que se recomienda la utilización de una matriz interactiva como la denominada Matriz de Leopold, que muestra las acciones del proyecto o actividades en un eje y los factores pertinentes a lo largo del otro eje la matriz. Cuando se espera que una acción determinada provoque un cambio en un factor, éste se apunta en el punto de interacción de la matriz y se describe además en términos de consideraciones de magnitud e importancia. Al utilizar la matriz de Leopold se debe considerar cada acción y su potencial de impacto sobre cada elemento urbano, además de describir la interacción en términos de magnitud e importancia.

Es responsabilidad del consultor realizar al desarrollador las recomendaciones producto de su análisis previo del proyecto y su entorno en materia de uso de suelo, infraestructura y equipamiento, servicios públicos, vialidad, transporte, imagen urbana, riesgos, y aspectos socioeconómicos, adelantando posibles observaciones que pudieran generarse por parte de la instancia técnica al dictaminar el estudio, tales como modificaciones al proyecto, y medidas preventivas y mitigatorias al mismo en los temas específicos que resulten críticos para su viabilidad.

En el Estudio de Impacto Urbano se establecen las condiciones bajo las cuales se desarrollará el proyecto, cómo se generarán las acciones de mitigación, remediación o prevención de los impactos manifestados, y cómo el desarrollo se integrará a la estructura urbana preexistente.

* Arquitecto y urbanista, director general de Consultores en Planeación Estratégica de Ciudades, empresa enfocada a la Planeación Urbana y la evaluación de impactos urbano, vial y ambiental, correo electrónico intersticio74@hotmail.com

sábado, 26 de diciembre de 2009

una recomendación para conocer San Francisco de Campeche


por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

fotografía de Irma Isela Jasso

Definitivamente uno de los lugares más atractivos del Sureste Mexicano lo constituye la capital del Estado de Campeche, construida como una de las principales ciudades fortificadas defensa contra la piratería, en los tiempos en que los ingleses, franceses y holandeses se disputaban el dominio del Mar Caribe y del Golfo de México, atraídos por la ruta marítima de oro y plata, entre otros productos que de América se enviaban a España, por una vía que iba de Cartagena y Veracruz hasta Cuba y de ahí al puerto español de Cádiz.

Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, esta ciudad se encuentra entre las más grandes ciudades amuralladas que existen, por lo que su centro histórico tiene características únicas que vale la pena recorrer y conocer. Las murallas y baluartes del puerto de Campeche, datan del período colonial, cuando los puertos marítimos eran enfáticamente defendidos por la Corona Española, y Campeche particularmente era importante por su posición estratégica entre el Golfo de México y la Península de Yucatán. Esto hacía a este lugar un codiciado destino de conocidos filibusteros como Henry Morgan, William Parker y Lorenzo Jácome “Lorencillo“.

Lo que aún se puede observar es el vestigio de un extenso sistema amurallado de defensa construido a inicios del siglo XVII y que estuvo vigente hasta mediados del siglo XIX. Este sistema defensivo fue determinante de un prototipo de diseño urbano y fisonomía arquitectónica definido por las cañoneras, atarazanas, troneras, baluartes y puestos de vigilancia. Tenemos por ejemplo, el bello arco formado por la Puerta de Tierra del fuerte, ubicado de cara al mar entre los baluartes de San Juan y San Francisco.

En la imagen urbana del puerto, aún es posible observar vestigios de calles amuralladas, trincheras circulares y puentes levadizos. Cabe señalar que estas obras fueron costeadas por los habitantes, principalmente a través de la iglesia y gremios y no por la Real Hacienda, y fueron concluida hacia 1709 bajo la dirección del ingeniero francés Louis Bouchard de Becour (Ortiz, 1994:56-9) quien también intervino en las fortificaciones de Veracruz y San Juan de Ulúa.

Dominando el conjunto en torno a la plaza central se encuentra la bellísima Catedral de Campeche, una majestuosa construcción de estilo barroco data del siglo XVI, dignificada además por medio de la iluminación escénica con que Campeche hace gala de su centro histórico. También se encuentra la Iglesia de San Francisquito, donde según la tradición local se ofició la primera misa en la Nueva España.

Aunado a toda la riqueza histórica que se puede encontrar en esta ciudad, resulta también muy atractiva como punto de desplazamiento hacia sitios arqueológicos mayas como Calakmul o Becán o bien Haciendas de origen agrícola y forestal como Uayamón o Chunkanán. Sin embargo, y no obstante la enorme riqueza histórica del lugar, uno de los aspectos que más llamaron mi atención cuando caminé por este centro histórico fue la naturalidad con la que coexiste el patrimonio construido de otras épocas con la arquitectura contemporánea, de gran expresividad, como un ejemplo de que es posible este diálogo arquitectónico entre las edificaciones de distintas épocas cuando se hace con calidad

Además, su privilegiada ubicación le permite ofrecer diversas regiones a visitar: costera, de montaña, de selva y de ríos, lo que le confiere posibilidades muy extensas para la práctica del ecoturismo en sus manglares y cenotes, de la pesca deportiva, y por supuesto, del turismo de sol y playa. Incluso cuenta con sitios arqueológicos subacuáticos, conformados por barcos y galeones hundidos en la zona de arrecifes.

Si lo anterior no ha logrado despertar su interés por visitar este magnífico destino turístico, permítame hacer mención aparte de la estupenda gastronomía del Sureste Mexicano, que en Campeche tiene cualidades especiales por sus recursos regionales, que hacen que valga la pena considerarlo en su próxima oportunidad de viajar.

Fuentes de Información

ORTIZ Lajous, Jaime (1994) Ciudades Coloniales Mexicanas. Azabache, México, D.F. pp 38-60.

Portal del Gobierno del Estado de Campeche www.portal.camp.gob.mx

martes, 10 de noviembre de 2009

Arte Urbano. La ciudad como un museo


por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

Partiendo de la definición del arte urbano como aquella manifestación artística que se encuentra en espacios públicos de una ciudad con la finalidad de expresar, a través de representaciones plásticas, sonoras o escénicas, la identidad de la sociedad en la que se presenta.

Los distintos componentes de la identidad cultural colectiva de los ciudadanos, tales como su historia, sus valores y sus anhelos, se encuentra plasmada en estas obras de arte, a las que la sociedad atribuye uno o varios significados a través del devenir de la vida urbana. dichos valores deben ser reconocidos por la sociedad y sus representantes para lograr su adecuada conservación y valoración como elementos simbólicos.

Muchas veces el arte público, que en nuestro país cuenta con expresiones muy originales, es soslayado, dejado en el olvido, y en ocasiones hasta agredido por los ciudadanos a los que representa en su carga simbólico. En otros casos, es un mal diseño urbanístico el que propicia la desvalorización de estas obras, ya que una propuesta espacial inadecuada, aunada a una problemática urbana no solucionada, son factores que demeritan la presencia de estos objetos en la ciudad en la percepción de sus habitantes.

El elemento central de la mayoría de estos espacios lo constituye la escultura monumental y, por tanto, es importante tener una definición clara de su función en el espacio abierto, como punto de referencia, definición de su entorno, expresión de valores o deseos colectivos (Escobedo, 1992). También es importante esclarecer una categorización de los tipos de escultura que podemos encontrar de acuerdo a sus características materiales, simbólicas y urbanísticas.

Las obras que se han constituido en arte público abarcan desde la escultura, el mural, el relieve, hasta entidades de mayor complejidad como la escultura habitable o espacio escultórico, con ejemplos notables en México.

Cabe destacar la importancia de elementos urbanos complementarios a la obra de arte, ya que como se mencionaba anteriormente, la calidad en el diseño de estos elementos contribuye a su impacto positivo en el entorno donde se ubica.

Los materiales con que estas obras de arte urbano están realizadas es de una gran diversidad, ya que abarca desde el uso de la cantera, concreto, mármol, piedras calizas, hasta el hierro y el acero. Esta diversidad material nos habla también de una gran diversidad de información acerca de los recursos, aspiraciones, oficio y gustos de la sociedad en que se generan.

Si bien es de todos conocido que no hay pueblo sin estatua y no hay estatua sin mensaje adjunto (Carlos Monsiváis), la temática de las obras también asombra por su diversidad, ya que esta pluralidad de temas y significados ofrecen una lectura muy interesante de los pueblos en que se desenvuelve el arte urbano. Los principales temas representados pueden simplificarse en un conjunto de lugares comunes como pueden ser:

· héroes y personajes históricos

· símbolos de la patria

· ídolos populares

· valores familiares y morales

· personajes y símbolos religiosos

· trabajadores

· sectores productivos

· vida cotidiana

· abstracto

Otros factores para categorizar el arte urbano, además de los materiales con que está realizada la obra y la temática que aborda, lo constituye la escala de la misma, así como la entidad encargada de gestionar y/o financiar la obra. Igualmente importante es la ubicación de estos elementos en la entidad dinámica que es la ciudad, ya que ello influye también en la concepción simbólica que los ciudadanos atribuyen a los componentes de la urbe. La ubicación de estos objetos cuenta también con gran variedad: sitios históricos, plazas, jardines, avenidas, nodos viales y parajes naturales, lo cual deviene en un complejo sistema de significados atribuibles a estos objetos.

Cuando circule por su ciudad, preste atención a estos elementos que se encuentran dispersos en el espacio urbano, reclamando su atención, su puesta en valor o su reflexión. En su inmovilidad que los hace víctimas inexorables del paso del tiempo, pudieran estar tratando de decirle algo, de lo que fuimos, de lo que somos, y de lo que podemos llegar a ser como sociedad.

fuentes de información

ESCOBEDO, Helen (1992) Monumentos Mexicanos. De las estatuas de sal y de piedra. Grijalbo, México, 250 p.

GONZALEZ Gortázar, Fernando (2004) “Arte Público y Arte Urbano“, en Escritos Reunidos, Cuadernos de Arquitectura 11/12 CONACULTA. Pp. 110-112.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Reseña de “La invitación al matrimonio. Una aproximación a las redes de sociabilidad de la pareja“ de Florence Maillochon


por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

El artículo muestra, a través de un interesante análisis de casos, las redes de sociabilidad que existen en torno al fenómeno social de la invitación a la ceremonia de matrimonio, en una selección de casos ubicados en Francia, para analizar las lógicas y dudas que preceden a la selección de invitados. Con ello busca matizar el carácter substancialista que se atribuye generalmente a las redes, el cual la autora cuestiona al reconocer el papel que juegan el reconocimiento afectivo y social en la posible evolución de la proyección afectiva. De esta manera, pretende mostrar al acto de invitar y aceptar la invitación a una ceremonia nupcial, como una acción preformativa que permite construir y proyectar a futuro, la cual pretende demostrar que se encuentra condicionada por las posiciones sociales de los actores involucrados en el proceso.

La elaboración de una lista de invitados no es una operación neutral, ya que tiene la función preformativa de la red que contribuye a establecer. Es por ello que al término del evento las relaciones de los contrayentes se modifican a nivel simbólico y práctico. La hipótesis de la autora es que el proceso de elaboración de la lista no es sólo el registro de una red afectiva asociada al pasado, sino también una estimación ulterior y del reconocimiento social que promete o augura para el futuro.

Las dinámicas sociales analizadas en la red de sociabilidad en torno al fenómeno, conllevan la aceptación de que se tiene como objeto de estudio una red parcial y parcializada, donde diferentes condiciones de tipo estructural, formal y financiera, limitan y redefinen dicha red, siendo además influencias por las diferentes condiciones del contexto. La relación de invitación se entiende por su carácter socialmente construido, que obedece a acuerdos, elecciones y presiones en su elaboración.

La metodología consiste de un corpus de 25 casos, donde se limita a las variaciones particulares al acotar características tales como la diversidad sociogeográfica y sociodemográfica de los casos, de la cual se excluyeron las invitaciones familiares para enfocarse en las relaciones amistosas, se profundizó en ellas por medio de dos entrevistas semi dirigidas y un breve cuestionario biográfico, se definieron el origen y la antigüedad del vínculo, para con ello delimitar la naturaleza actual de la relación y la frecuencia de la misma.

Después de describir a la invitación como una relación amical pasada y futura, en donde los contrayentes por medio de una elección libre definen la manera en que invitarán a las personas que “cuentan“ para ellos. Esta certidumbre y libre elección que resiste a toda justificación representa el principio generador para la definición del fenómeno, donde la lista describe como se viven y se constituyen las relaciones personales. Si bien se reconoce la intensidad y familiaridad de la relación, así como a la frecuencia de interacción como los dos principales criterios de elección para elaborar la lista, también se observa que estas dos posiciones son difíciles de objetivar, ya que se presentan de maneras muy diversas, y es que debido al carácter polimorfo de las relaciones, definir un vínculo social no es fácil ni trivial.

Además, se plantea que la lista no solo expresa un vínculo entre los implicados, sino que también muestra la naturaleza del evento que buscan los contrayentes, ya que resulta imposible pensar por separado el tipo de festejo y la selección de los invitados, debido a que cada una de estas dos dimensiones condiciona a la otra. Así, tenemos a la proximidad como una estrategia de adaptación a las limitaciones presupuestales y logísticas de definición de la lista, lo cual presenta una dificultad estructural para los contrayentes, ya que pueden existir distintos vínculos que cada uno de ellos puede mantener con la misma persona.

La evidencia empírica le muestra a la autora que dentro de los casos observados se presenta al grupo de invitados que no responde a un criterio homogéneo e indiferenciado, además de que existe una presencia significativa de invitados con relaciones débiles con los contrayentes, lo cual le sugiere que el criterio de elección de los “imprescindibles“ no es del todo emotiva, y obedece también a otro tipo de racionalidades. Esto quiere decir que dentro de estas grandes redes de amigos, pocos son los que acumulan todos los índices de proximidad relacional con cada uno de los esposos. Es por ello que el carácter de obviedad en la elaboración de dicha lista debe ser reconocido como relativo, al ser producto de una elección gobernada por otros principios distintos a la simple voluntad de inclusión afectiva. Además, las limitaciones financieras no son las únicas que determinan la selección.

Reconocer la fuerza preformativa de la invitación, implica aceptar que ésta no solo expresa un relación o vínculo de amistad, sino que la crea y la enaltece, esto es, que invitar y aceptar la invitación no solamente implica un acto pasivo de inclusión, sino también un acto de producción y reproducción del medio amical, como en el caso de invitaciones hechas para retomar un contacto o abrir un posible futuro. En la red social, la invitación es vista como expresión de una trayectoria o de una proyección social, que no representa de modo alguno un acto neutro, ya que promueve o excluye una relación y, por lo tanto, tiene un límite relativo y arbitrario como toda división.

Ya que las fiestas son un escenario importante para los encuentros, en la lista de invitados podemos observar “mapas sociales“ que evocan diferentes grupos de invitados como estratos de la existencia de los contrayentes, y como una evidencia del efecto compositivo en torno a una trayectoria social. Con ello se afirma que los amigos invitados son seleccionados por su pasado afectivo y su posición social, y que su presencia representa una trayectoria histórica socialmente correcta a través de las distintas etapas d la vida afectiva de cada uno de los esposos. Los invitados narran el pasado social autorizado por los contrayentes en función de la situación, y aquellos atestiguan un anclaje social ligado a orígenes y a representación actual en función de lo que son y de lo que planean convertirse.

Dentro de las conclusiones destaca el hecho de que la dimensión afectiva no parece ser la más importante en la elección de invitados, sino que la dimensión social también presenta una gran relevancia. Se observa que para comprender lo que está en juego en una red de tipo ego-centrado, como la que representan los contrayentes como una unidad con respecto a los invitados, es necesario examinar las relaciones en las que se apoya bajo la forma de reciprocidad. Este análisis de reciprocidad implica vincular y comparar las relaciones individuales, ya que la invitación no puede ser analizada fuera del contexto social en que se presenta, y no es posible pensar los atributos de forma y contenido de dichas relaciones sin tener en cuenta los atributos de las personas asociadas por ella.


MAILLOCHON, Florence (2009) “La invitación al matrimonio. Una aproximación a las redes de sociabilidad de la pareja“. En REDES – Revista hispana para el análisis de redes sociales Vol. 16 num. 5, Junio 2009, pp.128-158

miércoles, 14 de octubre de 2009

Resumen de “Análisis de redes sociales o como representar las estructuras sociales subyacentes“ Sanz (2003)


Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez




SANZ Menéndez, Luis (2003) Análisis de redes sociales: o cómo representar las estructuras sociales subyacentes. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Unidad de Políticas Comparadas. Documento de Trabajo 03-07 pp 20-29.

El artículo se centra en la representación de las estructuras sociales subyacentes. Para Sanz, el análisis de redes es una aproximación intelectual amplia para identificar las estructuras sociales que emergen de las diversas formas de relación, también un conjunto específico de métodos y técnicas. Lo que el análisis de redes sociales pretende analizar son las formas en que individuos u organizaciones se conectan o están vinculados, con el objetivo de determinar la estructura general de la red, sus grupos y la posición de los individuos u organizaciones singulares en la misma, de modo que se profundice en las estructuras sociales que subyacen a los flujos de conocimiento o información, a los intercambios o al poder. De igual forma, se busca estudiar como los patrones de lazos en las redes generan oportunidades significativas y restricciones que afectan el acceso de la gente y las instituciones a recursos tales como la información, la riqueza o el poder. Particularmente se busca determinar que estructura de red y que posiciones crean grandes oportunidades o, por el contrario grandes restricciones, depende del valor instrumental de las relaciones de que se trate en cada estudio. Finalmente, se pretende evidenciar los efectos que los diferentes patrones y estructuras de red tienen en el acceso de los miembros a los recursos, es decir que el acceso a los recursos está fuertemente asociado a la forma de las redes sociales.

Este artículo parte de que el análisis de redes sociales puede ser conceptualizarse como un método, un conjunto de instrumentos para conectar el mundo de los actores (individuos, organizaciones) con las estructuras sociales emergentes que resultan de las relaciones que los actores establecen, y que, por lo tanto, debe ser visto como un conjunto de técnicas con una perspectiva metodológica compartida, no como un nuevo paradigma en las ciencias sociales. Entonces, el análisis de redes sociales o análisis estructural se toma como una herramienta de medición y análisis de las estructuras sociales, que emergen de las relaciones entre actores sociales diversos. Se trata de un conjunto de técnicas de análisis para el estudio formal de las relaciones entre actores y para analizar las estructuras sociales que surgen de la recurrencia de esas relaciones o de la ocurrencia de determinados eventos, donde el supuesto básico del análisis de redes es que la explicación de los fenómenos sociales mejoraría analizando las relaciones entre actores. La idea fundamental del análisis de redes sociales es que las interacciones entre individuos y organizaciones en la red social tienen un impacto relevante en el comportamiento de los actores, así como resultados en las estructuras de poder identificables y en los procesos de aprendizaje, esto es, que el análisis de redes analiza como la estructura social de relaciones afecta a las creencias y a la conducta de las personas, grupos u organizaciones, y que las redes sociales son a la vez causa y resultado de las conductas de los individuos.

El instrumento metodológico sobre el que versa este artículo es el análisis de redes sociales (ARS), también denominado análisis estructural, que viene a integrar instrumentos previamente utilizados como los modelos causales aplicados generalmente a estructuras macro, sociales o económicas, también los modelos intencionales de naturaleza micro, centradas en la conductual individual, y la formalización matemática por medio de la teoría de grafos. Por lo tanto, el análisis de redes comienza con el estudio de las estructuras sociales enfocándose en la comprensión de las condicionantes estructurales de las acciones de los actores. Posteriormente, el análisis de redes sociales estudia la conducta de los individuos a nivel micro, los patrones de relaciones (la estructura de la red) a nivel macro, y las interacciones entre los dos niveles. Cabe aclarar que el análisis de redes trata los sistemas sociales como redes de dependencia que resultan de la diferente posesión de recursos escasos en los nodos y de la asignación estructurada de esos recursos a los vínculos. El artículo concluye con una serie de medidas recomendadas por el autor para caracterizar estructuras, como son las diferencias de centralidad, la efectividad en el logro de metas, los efectos de red de diversas estructuras de incentivos, medir la estructura, componentes, densidad, cohesión, integración, análisis de centralidad y poder (grado, proximidad, cercanía y mediación).

Resumen de “Dos enfoques de la estructura social: teoría del intercambio y análisis de redes“ Cook y Whitmeyer (1992)


Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez




COOK, K.S.; Whitmeyer, J.M. (1992) “Two Approaches to Social Structure: Exchange Theory and Network Analysis“, en Annual Review of Sociology, vol. 18, pp. 109-127.

Este artículo desarrolla una definición conceptual del análisis comparado de la teoría del intercambio y del análisis de redes, estableciendo entre sus similitudes el hecho de que ambos conceptualizan la estructura social como una configuración de relaciones y posiciones sociales, además de que ambas tienen concepciones similares del actor –motivado por el interés o por recompensa/castigo-. Sus principales diferencias radican en su visión de los vínculos entre posiciones de la estructura social.

El artículo intenta demostrar la convergencia entre la teoría del intercambio y el análisis de redes en el estudio de la estructura social, considerando a esta última como uno de los conceptos centrales en el análisis sociológico. Por tanto, la estructura social es visualizada aquí como marco explicativo del comportamiento humano y de la persistencia y cambio institucionales. De acuerdo con los autores, el análisis de redes como el vínculo entre los enfoques de intercambio y de red. La teoría del intercambio puede verse como un enfoque de interacción y estructura basada en dos principios: el actor puede ser modelado de acuerdo a sus motivaciones por intereses o recompensas/castigos; y buena parte de la interacción consiste en el intercambio de productos valorados. Por su parte, el análisis de red se basa en la observación empírica de patrones de interacción de muchos actores que puede ser visto como redes. La teoría del intercambio sostiene cualquier modelo del actor donde éste persiga intereses cualesquiera que estos sean y donde al menos algunos de los intereses se satisfagan a través de la interacción social Se pueden distinguir dos concepciones generales de la estructura en el análisis de redes, la mas común la concibe como un patrón de vínculos particulares entre actores, donde la variación en la red en la existencia o fuerza de los vínculos es significativa y consecuencial. La otra concibe la estructura como desviación general de los vínculos aleatorios de grupos particulares, o quizá de la red entera.

En este artículo, se analiza comparativamente a tres autores que considera fundamentales en la teoría del intercambio, como Emerson, quien considera a la estructura social como producto y a la vez condicionante, y sostiene que la red apropiada en cualquier análisis es aquella que contiene todas las relaciones de intercambio relevantes. Blau, se enfoca en el nivel macro de la estructura social e identifica tres principales enfoques: la estructura social como la configuración de relaciones y posiciones sociales, esto es el enfoque configuracional, con el que los autores coinciden y desarrollan en el artículo; la estructura social como el sustrato que subyace a toda la vida y la historia sociales; y la estructura social como “un espacio multidimensional de posiciones sociales de las personas en una sociedad o colectividad“. Analiza procesos –como formación de grupos, cohesión, integración social, oposición, conflicto y disolución- en términos de principios de intercambio social. Por su parte Homans desarrolla una teoría del comportamiento social, un enfoque más psicológico y por lo tanto macrosociológico, las estructuras sociales emergen de formas elementales de comportamiento y cambian en el tiempo en respuesta a cambios en este comportamiento por agregados, es decir, que un patrón de comportamiento similar compartido por suficientes gente puede alterar las estructuras sociales existentes y las instituciones, e incluso bajo ciertas condiciones, reemplazarlas. Emerson desarrolla la postura integradora entre los dos autores previamente analizados, y desarrolla un modelo conductual de acción individual pero conectado al macro nivel. En su teoría, Emerson concibe al actor como “un punto donde muchas relaciones de intercambio se conectan“ y las redes de intercambio son vistas como conjuntos conectados de relaciones de intercambio. Una de las principales aportaciones de la teoría de la red de intercambio de Emerson ha sido su intento por fusionar perspectivas previamente consideradas incompatibles, incorporando tanto factores psicológicos y condicionantes sociales en términos de alternativas y estructuras de oportunidad. El concepto central en este análisis es el de la estructura social, en la forma de redes de relaciones sociales, como la configuración de relaciones sociales entre actores, donde la relaciones involucran el intercambio de aspectos valorados. Entre los aspectos a considerar se encuentran la posición, la direccionalidad, la centralidad, los efectos de la red, conexiones negativas y positivas, polaridad. Es importante resaltar que para estos autores ninguna perspectiva o enfoque por si solos pueden explicar todos los fenómenos culturales y sociales.

Resumen de “Tipos de interacciones, formas de confianza y relaciones“ Degenne (2009)


Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez




DEGENNE, Alain (2009) “Tipos de interacciones, formas de confianza y relaciones“, en REDES-Revista hispana para el análisis de redes sociales.

Uno de los principales objetivos del artículo consiste en mostrar la complejidad de las relaciones sociales, entendidas como historias compuestas de interacciones múltiples, en contraste con la pobreza de los modelos de relación del los que se ocupa el análisis de redes sociales, que cuestiona al establecer a partir de las interacciones cuatro categorías de formas fundadas en el análisis del modo de regulación.

Con ello el autor sostiene su crítica al modelo del gráfico, el cual le resulta bastante reductor en relación a la complejidad de las relaciones, que son historias, toman sentidos variados y variables en el tiempo, según afirma. Reconociendo las ideas que resaltan de los métodos de análisis de redes sociales completas, como pueden ser centralidad, equilibrio, cohesión, equivalencia estructural y equivalencia regular, se parte del supuesto de que la competencia sólo es posible entre individuos equivalentes, esto es, que a esta perspectiva se interesa por interacciones que ambos pares aceptan. Si bien hay casos en que la organización es la que prima, el autor señala que fijar las reglas puede tener el objetivo de minimizar los costos de la transacción, ya que las reglas también pueden tener el objetivo de mantener la diferencia de roles o de estatutos.

En el desarrollo del tema, se nos habla de relaciones horizontales, a partir de un eje sintagmático, y de relaciones verticales, que se fundan en un eje paradigmático. Definiendo sintagma, como el grupo de palabras que forma una unidad de sentido, lo que significa que es necesario que estas palabras se encuentren reunidas para obtener el sentido buscado, por lo que el eje sintagmático se considera de cooperación. Ello da lugar a relaciones “correlativas“ en las que los actores se encuentran en redes complementarias, y donde es la interacción la que produce un hecho social nuevo, cuando los dos pares de esta interacción dejan de ser intercambiables.

Contar con un marco codificado, desprovisto de ambigüedad evitará caer en lo que se conoce como el “dilema del prisionero“, de una decisión paradójica para uno de los actores implicados. Ahora bien, las interacciones correlativas son aquellas en las que los pares no son individuos semejantes puestos en una situación particular, sino individuos que se definen por el rol que ocupan en la interacción. Ello da lugar a que desde cierta perspectiva pueda interpretarse a la relación social como de explotación.

Por su parte la equivalencia regular desde un punto de vista estructural, parte del principio de que dos actores son equivalentes si están ligado a dos actores que también son equivalentes, y estas clases correlativas son inducidas por el dominio y la competencia. Se afirma que debido a la relación de experiencia, a priori aquel que sea experto será quien defina las condiciones de la interacción y esto se acentúa más cuando el rol del experto es institucional.

Otro asunto es la manera en que se perciben las relaciones de género, como una relación de dependencia, o una relación desigual de explotación igual a la capitalista, y es que aunque una gran parte de las interacciones ocurren en el marco de las organizaciones que perciben al menos parcialmente las condiciones en las cuales deben desarrollarse, en la práctica el mecanismo del mercado pone a los individuos en una situación de relativa equivalencia, en la que el precio es el medio que asegura que la transacción sea justa.

Por otro lado, el control burocrático se funda en la legitimidad de una autoridad, aludiendo al concepto de “clan“ en el sentido de Durkheim, es decir, una asociación orgánica que reúne una red de parentesco pero sin incluir las relaciones de sangre, que resulta muy eficaz para regular las transacciones entre los individuos interdependientes. Mientras que para Simon, la cooperación del individuo en el grupo no se fuerza a maximizar su interés sino a encontrar una situación satisfactoria, para autores como Ouchi, el clan es el lugar donde los intereses individuales y colectivos se entrecruzan, lo hace poco probable el comportamiento oportunista y bastante fácil la obtención de un acuerdo equitativo. Weber concreta esta idea al caracterizar las formas de dominación, y afirma que el mercado no es una forma de dominación, sino un mecanismo de ajuste, y que la burocracia y la tradición son mecanismos de dominación.

Así, tenemos que los individuos se identifican con la organización, y ésta se convierte para ellos en un valor, esto es, que los individuos se integran en ella y ese es el origen de la legitimidad de la autoridad. Al referirse a la Teoría del Intercambio, el autor alude a un conjunto de investigaciones donde las relaciones pueden ser de cualquier naturaleza, además de que no son únicas ni aisladas. Los pioneros de está área de conocimiento son Homans, Blau y Emerson. Para Homans, los principios que regulan las relaciones son muy mecánicos, sin embargo su aportación consiste en la inscripción de dichas relaciones en el tiempo y en la inscripción de cada acción en una serie de acciones. Para Blau, lo central es la idea de la reciprocidad del intercambio y la del poder que está ligado a la desigualdad de las contribuciones y las retribuciones en el intercambio, esto es las relaciones de reciprocidad y equilibrio. Emerson, por su parte, destaca la dependencia de actores, pretende reducir el grado de desequilibrio, por medio del conocimiento mutuo y las interacciones autónomas, por lo que los actores se conocen lo suficiente como para que estimen que no existe prácticamente ninguna incertidumbre sobre el comportamiento del otro, este conocimiento puede darse de modo directo e indirecto.

Finalmente el autor define cuatro tipo de interacciones, al afirmar que éstas pueden ser autónomas, de confrontación, formas típicas ideales definidas por una organización y correlativas. Para él, las relaciones son sucesiones de interacciones, donde la multiplicidad es producto de la variedad de contextos y circunstancias en las que los actores han tenido sus intercambios, afirma en su conclusión que su planteamiento consiste en reconocer las relaciones más allá de las interacciones comunes.