domingo, 7 de septiembre de 2008

El Museo Guggenheim de Nueva York (Reloaded) o ¿Como intervenir una obra maestra de la arquitectura moderna?


Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez, arquitecto
Intersticio74@hotmail.com

Introducción.

Este año terminó el proceso de restauración total del Museo Guggenheim de Nueva York, obra de la primera figura de la arquitectura moderna norteamericana, Frank Lloyd Wright. Este evento se da en un entorno mundial de fuertes críticas y discusiones en torno a intervenciones a obras maestras de la arquitectura moderna, así como a la continuación del trabajo de los autores en que se fundó este movimiento. El presente artículo hace un breve repaso de algunos de estos casos controversiales.

El Guggenheim de Nueva York (Recargado).

Probablemente esta obra de Frank Lloyd Wright constituya el más revolucionario cuestionamiento a la tipología de edificios destinados a la exhibición del arte moderno. Se sabe la fuerte oposición que enfrentó de origen esta monumental espiral invertida que sube al espectador por medio de un elevador al inicio del recorrido, consistente en una rampa de suave pendiente hasta el final del mismo a nivel de la calle. Inicialmente se opusieron a el los artistas cuya obra iba a ser exhibida de manera tan poco ortodoxa, así como las autoridades de Manhattan en una época de fuerte conservadurismo y cuyos lineamientos urbanísticos no estaban preparados para una construcción tan sui generis. Ante la crítica que se hacia a un edificio con mayor poder que el arte en exhibición, el arquitecto argumentaba su intención de “crear entre el edificio y las pinturas una bella sinfonía ininterrumpida, como nunca existió antes en el mundo del arte”. Tanto el mecenas como el autor murieron antes de ver terminada la construcción en 1959, después de un arduo proceso de confrontación y polémica, que culminó en el triunfo de sus ideales al erigir “un templo para el espíritu”. Wright deseaba que la arquitectura americana reflejara la unicidad de su estilo de vida democrático, sus recursos naturales y tecnológicos y su espíritu libre, en lo que él llamaba “edificios para la democracia”. Así, se concibió este edificio basado en la forma espiral, inspirándose en la forma del nautilus, concretando así un recurso de Wright al inspirarse en la plasticidad de las formas orgánicas para resolver un edificio magnífico en su funcionamiento interno y con una presencia poética en el paisaje urbano de Manhattan.
La primera intervención mayor, la sufrió este edificio con los trabajos de remodelación que tuvieron lugar en el período 1990-92, donde de acuerdo al plan original de Wright (inconclusos por razones financieras) el conjunto contaría con la adición de una torre, destinada a albergar estudios y apartamentos para artistas. Para este fin, se construyó una estructura diseñada por Gwathmey Siegel, que polémicamente completa el concepto de Wright para el museo, 35 años después de iniciada la construcción. Hoy además se han agregado al conjunto un centro de educación artística y un teatro.
La reinauguración del museo se da este año después de un largo y aún más meticuloso proceso de restauración, iniciado en 2006 para resolver un extenso problema de agrietamiento que presentaba desde su construcción en 1959, un proceso que no estuvo exento de alta tecnología, como la valoración vía láser de cada una de las grietas que presentaba el inmueble.

Templo de La Sagrada Familia, la obra cumbre de Antonio Gaudí en Barcelona

Desde la inclusión de la obra escultórica del catalán Subirachs en 1990 que no se daba una discusión mundial tan fuerte en torno a la obra del genial Antonio Gaudí y su más ambiciosa obra, inconclusa aún. La obra de Gaudí en Barcelona constituye un invaluable legado de la humanidad, que es motivo aún de estudios, posgrados y discusiones del más alto nivel intelectual y artístico. El principal problema para la culminación de esta obra reside en que el autor, de acuerdo a su genial forma de trabajar no dejó planos o documentos que orienten la forma en que visualizaba la conclusión de la obra, sino que al pie de la obra iba modificando y modelando según se iba construyendo. Aunado a lo anterior está el carácter expiatorio del templo, que condiciona la manera de financiar el continuo proceso de construcción. Los detractores de la manera en que ha sido continuada la obra de Gaudí, organizados inclusive en una asociación civil, cuestionan la calidad técnica de los constructores, así como la postura de “dejar en legado su huella en detrimento de la obra original”. La discusión ha girado desde hace muchos años (las obras comenzaron en 1908, y Gaudí murió en 1926) en torno a la, cada vez más difícil de determinar, línea que divide donde empieza y donde acaba la obra original, es decir ¿Cómo terminar la obra de un genio como Gaudí?
Los encargados de la continuación de la obra, argumentan que lo han hecho siguiendo “el espíritu de Gaudí”, sin embargo han sido cuestionados la selección de materiales, eliminación de añadidos, y modificaciones geométricas. Además de intervenciones menores entre 1965 y 1985, la última restauración fue hecha entre 1999 y 2002.

Capilla Notre Dame du Haut, Francia

Otra de las obras que se encuentran actualmente en un entorno de discusión es, ni más ni menos, del “padre de la arquitectura moderna” Le Corbusier. Se trata de la capilla de Notre Dame du Haut, construida en 1952-1955 en el pueblo francés de Ronchamp, sin duda una obra paradigmática en la trayectoria lecorbusiana, constituye un nuevo rumbo no sólo para su autor sino para la arquitectura mundial, al marcar un parteaguas entre la arquitectura funcionalista y la posmodernidad de mediados del siglo XX, que concibe edificios a partir de metáforas y analogías dotándolos de una mayor expresividad plástica.
Este año Renzo Piano construirá un convento como residencia de monjas clarisas complementaria a la capilla, en una intervención caracterizada, según el autor, por su discreción y seguramente respaldada por la trayectoria egregia de este arquitecto italiano, ganador del premio Pritzker. Los detractores de la intervención abogan por “respetar la acústica del paisaje” ya que la capilla corona una colina que se aprecia desde una gran distancia y que constituye parte primordial del encanto de este lugar. Los promotores del proyecto, por su parte, pretenden devolver a la capilla su dimensión y funcionalidad espiritual, hoy oculta por su estricta dimensión arquitectónico-turística, ya que es visitada por un promedio de 130,000 turistas al año.

A modo de corolario, la Nueva biblioteca para Seinäjoki, Finlandia

El tema de cómo intervenir una obra maestra de la arquitectura moderna, con una presencia perenne entre mis reflexiones en torno a la arquitectura, adquirió un mayor sentido cuando en 1998, realicé en colaboración con los arquitectos Mario Larrazábal y Jesús Sánchez un proyecto para concursar la ampliación de una obra de Alvaar Aalto en la ciudad de Seinäjoki, Finlandia. El proyecto (cabe mencionar que no ganamos, pero que aprendimos bastante en el proceso, y que además fue ganado por un equipo mexicano) consistía en actualizar el funcionamiento de la Biblioteca, diseñada en 1951 como un gran conjunto cívico por el maestro de la arquitectura moderna finlandesa. Así en torno a la Plaza de los Ciudadanos, se encuentran un templo, un teatro, dos edificios de oficinas gubernamentales, así como la citada biblioteca. No obstante la enorme calidad arquitectónica de cada uno de los espacios, con el cuidado del detalle que caracteriza a la obra de Aalto, la biblioteca presentaba limitaciones en cuanto a la adecuación de los cambios funcionales que la tipología sufrió en medio siglo, tales como la incorporación de la tecnología digital, y las nuevas actividades comunitarias enfocadas a usuarios específicos, como ludotecas, salas de lectura juvenil, etc.
Las recomendaciones de algunos colegas cuando debatíamos sobre el proyecto iban desde la de hacer algo invisible (“Es Alvaar Aalto, por favor!) hasta la de mimetizarse, haciendo algo muy similar a lo que el autor había hecho 50 años atrás. Decidimos asumir una postura de contraste, precisamente por respeto a un arquitecto original que revolucionó la arquitectura de su tiempo. Así, se propuso un acceso a (y a través de) la Biblioteca de Seinajoki, tocando la Plaza de los ciudadanos en un punto, ubicando el nuevo edificio en la parte posterior del original. Esta intervención, que buscaba un diálogo arquitectónico entre dos edificios correspondientes a dos distintas épocas, con necesidades funcionales, espaciales y tecnológicas diferentes, se basaba en una analogía con la simbiosis biológica en la que dos organismos interactúan de manera interdependiente, viéndose beneficiados ambos de dicha relación. A la distancia del tiempo veo este proyecto como la síntesis de una serie de ideas acerca de la honestidad expresiva de dos edificios de distinta época, coexistiendo afirmando cada uno sus ideales, respetándose y sin negarse el uno al otro.

Fuentes de información.

LIND, Carla (1996) Frank Lloyd Wright’s Public Buildings. Pomegranate Artbooks, San Francisco, California, 57 p.

MARTI, Octavio (2008) Últimas noticas de Le Corbusier. Publicado en El País 19-08-2008

SERRA, Catalina (2008) Pero…¿esto es Gaudí? Crece la polémica por la confusión entre la obra del arquitecto y la de sus continuadores. Publicado en El País 09-08-2008

Fotografías: Claudia Artolózoga del Angel (Manhattan), http://www.elpais.com/ , http://www.bluffton.edu/ y Arq. Victor Manuel Gutiérrez Sánchez.